Dibujo a lápiz de una mujer sentada en perfil, con expresión introspectiva. Representa la entrega y el olvido de sí misma.

Estar para otros sin desaparecer de una misma

Por Natalia Gómez – Diagnóstika Online

Estar para los demás es, muchas veces, un reflejo de amor, empatía y compromiso.
Pero cuando estar para otros se vuelve una costumbre innegociable, y no queda espacio para atender lo propio, algo se desbalancea.

Muchas personas, especialmente mujeres, han aprendido a brindar contención, a sostener vínculos, a anticipar necesidades ajenas…
y a silenciar las propias.

¿Cuánto tiempo podés estar para otros sin quedarte vacía?

El problema no es dar, sino no registrarte.
No preguntarte: ¿Cómo estoy yo? ¿Qué necesito? ¿Qué deseo realmente?

A veces, estar tan disponible para el afuera es una forma sutil de evitar el adentro.
O una repetición de dinámicas donde el valor propio se mide en función de cuán útil sos para los demás.

Estar presente no implica desaparecer.

Podés ser acompañante, madre, amiga, colega, profesional…
sin renunciar a tu espacio interno, tus proyectos o tu descanso.

El equilibrio no se alcanza siendo perfecta, sino siendo sincera con vos misma.

Una práctica posible:

Antes de decir “sí” a algo o alguien, preguntate si estás dispuesta sin resentir.
Si lo hacés por amor, no por deber.
Si te deja entera, no partida.

No hay autocuidado sin límite.
No hay vínculo sano si siempre sos la que da y nunca la que recibe.

Diagnóstika Online
Un espacio para pensar(se) con responsabilidad y humanidad
www.diagnostikaonline.com/blog

Dejá un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio